Como proyecto de fin de carrera, tres estudiantes de ingeniería crearon un sistema que permite optimizar el consumo de energía en el hogar. El trabajo –que podría convertirse en un emprendimiento- contó con la financiación del Centro de Innovación en Ingeniería (CII) y con el apoyo de UTE.

“Nuestro desarrollo está enfocado en una persona que quiere ahorrar en la factura de UTE y tener comodidad en su casa, pero no entiende nada de redes inalámbricas ni de sensores”, explican Gonzalo Belcredi, Pablo Modernell y Nicolás Sosa. Los tres defendieron su proyecto de fin de carrera en Ingeniería Eléctrica (Udelar) hace un mes, con un trabajo que supuso el diseño e implementación de una plataforma que permite controlar en tiempo real y de forma automática el consumo eléctrico en una casa o industria.

El proyecto –que está inspirado en las Smart Grid, es decir en el estudio de formas inteligentes de gestión de la red eléctrica- recibió US$ 9000 de financiamiento del Centro de Innovación en Ingeniería (CII) y fue aprobado con sobresaliente. “Este apoyo económico nos permitió dedicarle más horas al desarrollo, centrarnos en los aspectos creativos y aumentar su alcance”, comentó Modernell. Actualmente, los jóvenes evalúan los caminos para convertir su prototipo en un emprendimiento y reciben asesoramiento de la FJR en materia de Propiedad Intelectual.

“Como futuros ingenieros nos interesa que lo que diseñamos tenga impacto en la sociedad y en la vida productiva del país”, enfatizó Belcredi. El proyecto se enmarca en las transformaciones que Uruguay está implementando en su matriz energética, que entre otros aspectos incluye la incorporación de energías renovables.

Confort y economía en la casa

Los desarrolladores explicaron que para hacer un uso inteligente de la red eléctrica se requieren dos componentes. Por un lado, un sistema de gestión eléctrica a nivel nacional (EMS, por sus siglas en inglés) que avise a los usuarios en tiempo real a qué hora es más barato consumir energía. Por el otro, una plataforma a nivel domiciliario que decodifique esos mensajes y realice acciones, como encender o apagar los electrodomésticos.

Los jóvenes plantearon su proyecto partiendo de la hipótesis de que ese gestor de energía nacional (EMS) ya estuviera funcionando y se abocaron al diseño del controlador domiciliario. “Tomando como insumo la información proporcionada por el EMS y las preferencias del usuario -por ejemplo, a qué hora le gusta bañarse o a qué temperatura quiere que esté su hogar- esta plataforma envía órdenes a los electrodomésticos para que se prendan o apaguen a través de unos dispositivos electrónicos (llamados nodos) conectados a ellos”, reveló Sosa.

Al día de hoy, el prototipo es capaz de realizar varias funciones básicas y los desarrolladores prevén realizarle mejoras con miras a llegar a un aparato comercializable. “Ya permite medir el consumo de los electrodomésticos y publicar esa información en un sitio web, desde donde el usuario podría consultarla y enviar comandos a los dispositivos de su hogar de forma remota”, señalaron. Este aspecto no es menor, dado que estudios científicos han demostrado que los usuarios tienden a gastar menos cuando son conscientes de lo que consumen.

En efecto, los desarrolladores explicaron que el sistema tendrá utilidad aunque no se llegue a implementar un Gestor del Sistema Energético con las funcionalidades del supuesto. “Con solo tener en cuenta la tarifa inteligente que proporciona UTE y los hábitos de consumo de los habitantes de la vivienda, ya hoy se pueden generar estrategias para optimizar la energía a nivel domiciliario”, explicó Modernell.

Un sistema abierto a la colaboración

A través de los tutores del proyecto –Fernando Silveira y Leonardo Steinfeld- UTE conoció su existencia y brindó apoyo a sus creadores. “Nos reunimos varias veces con ingenieros del ente, lo que nos permitió adaptar nuestra propuesta a las proyecciones que vienen manejando”, explicó Belcredi. “Fue una linda sorpresa que algunos directivos de UTE hayan participado en nuestra defensa de tesis, haciéndonos devoluciones alentadoras”, agregó Sosa.

Los jóvenes enfatizan que la plataforma está abierta a la colaboración de otros entusiastas e investigadores. “Trabajamos con hardware y software de código abierto, por lo que el sistema es muy fácilmente adaptable a distintas situaciones que puedan surgir, así como a requerimientos de otros actores”, afirmaron.