El obrero Robocop, prendas con chips incorporados y un panel estructural autoportante de madera contralaminada son los tres proyectos de base tecnológica seleccionados por la Fundación Julio Ricaldoni  en  el marco de su Programa de Apoyo al Emprendedorismo (ProFE 2014). 

En los próximos meses, los emprendedores trabajarán para diseñar un prototipo y someterlo a los ensayos correspondientes. Para ello contarán con el acompañamiento de un tutor especializado para lograr la validación técnica y un subsidio de hasta 3.500 dólares.

A esta convocatoria se presentaron 11 proyectos de seis áreas de conocimiento: software, biología, electrónica, energía, construcción y diseño. Los mismos fueron evaluados por un tribunal especializado integrado por la representante de la FJR, Andrea Solari; de EMPRENUR, Francisco Cabrera; de Facultad de Ingeniería, Gabriel Eirea, y por el de la Cámara de Industrias del Uruguay, Carlos Alvarez.

Esta convocatoria de prototipos de base tecnológica se realizó en el ámbito de Emprenur, la Red de Emprendedurismo de la Universidad de la República que está integrada por las Facultades de Ingeniería, Química, Ciencias Económicas y de Administración, Arquitectura, Ciencias Sociales y la FJR.

Prendas con chips incorporados

El proyecto, presentado por Fabián Arocena y Luis Daniel Geido, se denomina Control de Inventario por Radio Frecuencia y propone crear un sistema de control de inventario en tiempo real para uniformes y ropa de cama de hospitales, spas, casas de salud y hoteles. El objetivo es evitar que estas prendas se extravíen cuando son enviadas a lavanderías externas. La tecnología que se utilizará puede identificar al mismo tiempo decenas de artículos, lo cual disminuye considerablemente el tiempo usado en hacer el control de inventario.

¿Cómo funciona? A cada elemento se le incorpora un chip que lo identifica. Para realizar el control, antes de mandar un pedido a lavandería el carro de ropa debe pasar por un lector que identifica inequívocamente cada prenda. Cuando la ropa regresa, se realiza una nueva lectura de forma de comparar las prendas que salieron con las que regresan emitiendo un informe que permite controlar si las cantidades coinciden.

Pese a sus ventajas manifiestas (prevención de extravío de prendas y ahorro de tiempo en realización del inventario) Arocena admite que “el sistema no es infalible, porque el agua puede modificar las propiedades del dispositivo”. Para comprobar qué tan mojada tiene que estar la ropa para que el chip deje de funcionar es necesario realizar ensayos, afirmó. Por eso, destacó, el valor del asesoramiento del tutor técnico que aportará la FJR para ayudarlos en los ensayos, dado que los emprendedores no tienen experiencia en ese rubro.

El obrero Robocop

La cantidad de accidentes laborales que se producen en Uruguay es un tema que preocupa al Estado y a las empresas. Los elementos de protección personal son una de las claves para disminuir los siniestros o paliar sus consecuencias. En ese marco, los emprendedores Leonardo García y Gabriel Pereira presentaron un proyecto de sistema de control de seguridad en obras.

Según la iniciativa, mediante la utilización de pequeños dispositivos bluetooth de baja energía y sensores en los elementos de protección personal, es posible registrar si están siendo utilizados por los empleados en todo momento. Esta información será enviada a una base de datos en internet a la cual el encargado de obra puede acceder desde un dispositivo móvil y observar en tiempo real si se están utilizando los elementos de seguridad.

Según los emprendedores, este sistema será beneficioso para todos porque garantiza al obrero que la empresa aporte los elementos de seguridad y, a la vez, permite a la empresa controlar si los obreros usan los accesorios obligatorios. Casco, zapatos, guantes, lentes, máscaras de seguridad o arnés, son algunos de los implementos que se controlarán.

Inicialmente se usará en obras de construcción, pero luego puede aplicarse a empresas industriales, según los emprendedores.

Panel estructural autoportante de madera contralaminada

El desarrollo de la industria forestal en Uruguay ha generado diversos productos que aportan valor a la economía y a la sociedad. Sin embargo, aún hay materiales que no son aprovechados en procesos productivos. En ese contexto, María Vanesa Baño y Daniel Godoy presentaron un proyecto que plantea la fabricación de dos prototipos de paneles para uso como muro o paredes y de tres prototipos para su uso en entrepisos o forjados.

En muchos países se utiliza madera para construir muros o entrepisos, pero una de las particularidades de este proyecto es que la madera que se va a usar no tiene ningún uso comercial en la actualidad.

De este modo, se analizarán las posibilidades de configuración de paneles en función del uso, analizando mediante ensayos experimentales su comportamiento estructural. Los paneles se construirán con madera contralaminada de pino proveniente de raleos. El raleo consiste en la eliminación de árboles dentro de la plantación, con la finalidad de manejar las condiciones de competencia mediante la regulación del distanciamiento entre las plantas.

El hidropónico móvil escolar

Además de los tres proyectos descriptos, hubo un cuarto proyecto seleccionado por el tribunal en esta convocatoria, pero la responsable del proyecto decidió no seguir adelante en el proceso. Se trata del emprendimiento denominado El hidropónico móvil escolar, presentado por Sandra Soria.