´Snacks Saludables´ es el nombre de uno de los emprendimientos apoyados por la Fundación Ricaldoni (FJR) en el marco de su Llamado a desarrollo de prototipos 2016. Marcelo Miraballes, uno de los integrantes del proyecto, destacó el respaldo permanente que han recibido de la Fundación.

En Uruguay, aproximadamente el 10% de los niños menores de 5 años supera su peso ideal, según datos de la Organización Panamericana de la Salud. Ante esta realidad, tres ingenieros alimentarios –Marcelo Miraballes, Ana Leiza y Mariana Martínez- se plantearon ampliar la oferta de alimentos saludables, particularmente en los centros escolares.

Desde marzo de 2017 trabajan con el apoyo de la FJR en el desarrollo de un alimento tipo “snack” de vegetales que cuenta con un recubrimiento comestible capaz de extender la vida útil del producto y mantener las características sensoriales del vegetal fresco. Marcelo explicó los avances del proyecto:


¿En qué etapa se encuentra la iniciativa?

A lo largo del proyecto, ensayamos con diferentes formulaciones de recubrimiento y llegamos a una preselección de fórmula, la cual ya fue aplicada a un snack de zanahorias y evaluada desde el punto de vista sensorial por un panel de jueces sensoriales entrenado de la Facultad de Química.

En este momento, estamos en una etapa que consiste en realizar los análisis microbiológicos para determinar la inocuidad del producto. A partir de estos dos elementos –las características sensoriales y microbiológicas-, determinaremos la vida útil del alimento.


¿Cómo se logra extender la vida útil de un vegetal a partir del recubrimiento?

El recubrimiento forma una capa muy delgada sobre el vegetal, imperceptible a la vista la que ayuda a mantener durante más tiempo las características sensoriales del vegetal recién cortado aumentando de esta manera su vida útil.

En nuestro caso, la aplicación del recubrimiento la realizamos a través del uso de una metodología de impregnación al vacío. Lo que hacemos es colocar el alimento en la solución que se escogió como recubrimiento, someterlo a vacío con el fin de extraer parte del aire y el agua que lo constituye y luego romper el vacío para que el producto incorpore sobre su superficie el líquido en el cual fue inmerso y así lograr el recubrimiento comestible deseado.


"A alguien que esté pensando en emprender, le recomendaría que busque un proyecto del cual esté enamorado y con el que se sienta comprometido, porque hay que estar dispuesto a dedicarle mucho tiempo y energía. Nosotros, por ejemplo, dedicamos tiempo en la semana luego de nuestros trabajos y también sábados y domingos a este proyecto".


¿Cuáles son los próximos pasos previstos para Snacks Saludables?

Actualmente estamos focalizados en terminar el prototipo del snack de zanahoria, y luego continuar con el desarrollo del snack saludable a partir de manzanas. Tenemos pensado poder aplicar a otros fondos con el fin de poder avanzar en este emprendimiento, como es el que brinda la Agencia Nacional de Investigación e Innovación para realizar la Validación de la Idea de Negocio.


¿Qué aspectos resaltarías del apoyo que les brindó la FJR?

El apoyo que recibimos fue muy importante, nos permitió aterrizar una idea y llegar a un prototipo.
Por otro lado, la FJR nos permitió acceder al respaldo de un tutor técnico que estuvo siempre a las órdenes para respondernos cualquier duda. También tuvimos el sostén permanente del equipo de la Fundación; todo ha sido muy dinámico.


¿Recomendarías postular a la edición 2018 del llamado?

Absolutamente. El llamado a desarrollo de prototipos es una oportunidad muy beneficiosa para los emprendedores que necesitan un puntapié inicial.

Aquí se puede acceder a más información sobre el Llamado a desarrollo de prototipos 2018.