Encontrar la fórmula para devolver lo que recibieron de la Universidad, incentivar el gusto por la matemática en los niños e influir en su formación para acercar a los jóvenes a las carreras tecnológicas y participar en tutorías para estudiantes de grado y posgrado, fueron algunas de las ideas que surgieron en la primera jornada de intercambio de la Red Alumni de la Facultad de Ingeniería (FING) de la Universidad de la República (UDELAR).

El jueves 21 de junio se desarrolló esta instancia de debate de la Red que cuenta con más de 600 personas registradas. En la actividad participaron exalumnos y egresados de diferentes generaciones de FING que aportaron ideas para mejorar el vínculo entre la facultad, el sector productivo y las organizaciones que promueven el desarrollo de la ingeniería nacional.
La decana de FING y presidente de la Fundación Julio Ricaldoni (FJR), María Simon, fue la encargada de dar la bienvenida a los participantes. En su exposición manifestó que esta experiencia implica la formalización de una Red Alumni, porque desde su punto de vista los vínculos informales entre exalumnos existen desde siempre. Posteriormente hubo una mesa redonda en la que participaron Juan Grompone, Gonzalo Casaravilla y Gonzalo Larrambebere y fue moderada por el consejero de la FJR Federico Defranco.

Tomarle el gusto a matemática
Grompone planteó la necesidad de trabajar para que los niños le tomen el gusto a la matemática. Desde su punto de vista la falta de interés por esta materia provoca que pocos estudiantes opten por seguir carreras relacionadas con la tecnología. El ingeniero y filósofo manifestó que existe un desbalance entre los ingresos en carreras como abogacía e ingeniería; aunque esa tendencia se está revirtiendo recién en 2031 habría una equiparación en cuanto al número de estudiantes que eligen una u otra facultad, explicó.
En el mismo sentido, Casaravilla planteó la necesidad de “atrapar gente” y motivar a los jóvenes para que estudien ingeniería y orientar a los estudiantes que cursan los primeros años en la carrera para no “perderlos”. Por otro lado, destacó como una motivación para integrar la Red Alumni la “responsabilidad” de devolver lo que recibieron de la Udelar.
Larrambebere también visualiza a la Red Alumni como un grupo de ingenieros que están disponibles para devolver algo a la facultad. En ese orden planteó que cada exalumno podría informar cuál es su especialidad para considerarlo como referente ante eventuales solicitudes de consultas, peritajes o tutorías de proyectos. Además, opinó que sería un buen canal para que la facultad comparta información sobre los cursos de posgrados o especializaciones con los que cuenta.

¿Cómo sigue la Red?
Luego hubo un espacio de intercambio donde los alumni plantearon la necesidad de formar a los ingenieros en “habilidades blandas”, hacer énfasis en acercar a las mujeres a las carreras científico – tecnológicas, organizar charlas técnicas de empresas que trabajan con tecnología de punta y no desistir en formar profesionales “fuertes” capaces de superar dificultades.
De cara al futuro, los participantes plantearon crear subgrupos para planificar tareas, gestionar más pasantías en empresas nacionales y tutorías con estudiantes de grado y posgrado, organizar charlas para incentivar la vocación en estudiantes de primaria y secundaria, hacer un “mapeo” de los alumni FING y planificar debates técnicos para discutir cómo afrontar los grandes problemas del país.