"Bienvenidos al Disney World de los ingenieros”, expresó un trabajador de UPM al recibir a los casi treinta estudiantes de la Facultad de Ingeniería (Fing) que el 15 de setiembre visitaron la planta de celulosa, ubicada en Fray Bentos.
La recorrida se enmarcó en el programa Visitas a Industrias de la Fundación Julio Ricaldoni (FJR) y la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), que en 2017 ha permitido que más de 130 jóvenes visiten diversas plantas industriales y conozcan la realidad a la que se enfrentarán cuando sean ingenieros.
La travesía hacia UPM inició cuatro horas antes del desembarco, cuando con puntualidad inglesa, los futuros ingenieros químicos, civiles y en alimentos, se dieron cita a las 6 h en el hall de Facultad para abordar el ómnibus que los trasladaría hasta Río Negro. Los acompañaron referentes de la FJR y de la CIU, así como docentes de la Facultad de Ingeniería.
“Cuéntennos qué los trajo hasta acá”, lanzó a modo de bienvenida Matías Martínez, Gerente de Comunicación de la empresa. Con timidez, las primeras respuestas revelaron el interés del auditorio: “escuché que tiene una caldera muy grande”, “UPM tiene fama de ser la empresa más grande de Uruguay y quiero conocer cómo resuelve los problemas”.
Acto seguido, Martínez contó cómo opera una planta que es capaz de producir 1.300.000 toneladas de celulosa por año y que genera 7000 puestos de trabajo directos e indirectos, qué monitoreo ambiental realiza, cómo trabaja a nivel de la comunidad y cuáles son las tendencias en el uso de la celulosa.
Luego de un almuerzo compartido con Gervasio González, gerente de Medio Ambiente de la compañía, llegó la hora de la recorrida. Acompañados por González y Martín Gutfraind, gerente de Producción, los jóvenes observaron el proceso de producción de celulosa, tomaron fotos e hicieron decenas de preguntas.
¿Cuánto duró la construcción la planta?, ¿de qué países proviene la tecnología que utiliza?, ¿cómo varía el precio de la celulosa?, ¿por qué se instalaron en Uruguay?, ¿cada cuánto para la fábrica para mantenimiento? y ¿qué perfil de ingenieros requieren?, fueron algunas de las interrogantes develadas.
Hacia el final de la jornada, hubo tiempo para una charla introductoria sobre los procesos de Kemira, una empresa que desde 2005 está instalada en Uruguay y provee productos químicos a UPM.
“Para UPM estas visitas son importantes porque permiten dar a conocer lo que se hace en la planta a los futuros colegas. También buscamos motivarlos para que en el futuro más personas encuentren oportunidades y vengan a trabajar con nosotros en el interior del país, que es un aporte importante de esta empresa al Uruguay”, dijo González.
Sorpresa y motivación
“Salir del libro y ver lo que pasa en la realidad te cambia la perspectiva. Podés ver los equipos y los procesos operando en línea, tomar contacto con los problemas que te pueden ocurrir en planta y con la experiencia de los técnicos y profesionales. Es una gran experiencia”, dijo Gastón, un estudiante de ingeniería química que participó de la recorrida.
Las dimensiones de la planta fue uno de los aspectos que más sorprendieron a los futuros ingenieros. “Es más grande de lo que pensaba”, dijo María Noel, estudiante de ingeniería de alimentos. Por su parte, María (estudiante de ingeniería química), señaló: “Estas visitas nos sirven para tomar conciencia de las dimensiones que tiene una planta de celulosa real. A veces vemos catálogos y ni nos imaginamos que se trata de predios gigantes. Está bueno también trasladar el conocimiento de la Facultad a la práctica profesional y darnos cuenta de que sirve para entender lo que estamos viendo”, afirmó.
La inyección de motivación para seguir estudiando fue otro de los aspectos resaltados por los estudiantes. “Tener la oportunidad de entrar a UPM y hacer toda la recorrida de la mano de un ingeniero químico es una experiencia muy enriquecedora, que motiva a seguir en lo que estamos estudiando. Esta planta es como estar en el primer mundo”, concluyó Eliana, estudiante de ingeniería química.