Cuatro empresas se unieron para entregar dos becas en el marco del Programa de Startups en Tecnología para el Apoyo en la Formación en Ingeniería en Computación: CódigoDelSur, Digital Forces, Moove-it y Tryolabs. La articulación de la iniciativa y la gestión del subsidio estuvo a cargo de la Fundación Julio Ricaldoni (FJR) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Fing-Udelar)

Noelia Cabrera y Ramiro Bentancor fueron los estudiantes beneficiados. Recibieron apoyo económico durante el 2019, una computadora personal para cada uno y la posibilidad de conocer por dentro las empresas impulsoras.

Noelia tiene 28 años y ya cuenta con un título terciario: es docente de matemáticas del Instituto de Profesores Artigas (IPA). Pensó que el hecho de estar titulada la inhabilitaría a ser candidata a la beca, sin embargo, pasó lo contrario. El jurado, integrado por las instituciones convocantes y por un representante de Fing, valoró que Noelia quisiera seguir estudiando. “Quería hacer más cosas, por eso empecé Ingeniería. Fue importante recibir el respaldo de  personas que están en el ambiente, que me alentaran”, recordó.

Para Ramiro, en cambio, Ingeniería en Computación es la primera carrera que estudia. Comentó que la experiencia de la beca fue “muy linda” y lo más importante es que a los 20 años le dio una idea de cómo será el trabajo una vez egresado. “Cuando uno arranca piensa que va a programar y va a hacer muchas cosas en la computadora, pero es mucho más que eso. No es solo estar enfrente a la computadora programando”, dijo. A modo de ejemplo mencionó a quienes se desempeñan al frente de los proyectos e interactúan con los clientes, pero no están a cargo del desarrollo.

Puertas adentro

Andrea Solari, encargada de Operaciones de la FJR, no dudó en afirmar que la fortaleza del Programa es que los becados pudieron “acercarse a empresas jóvenes, startups pujantes, para ver cuál puede ser su realidad una vez que egresen de la Facultad”.  Al tiempo que sirve para promover el estudio de la ingeniería en Uruguay.

María Noel Burghi de Moove-it señaló que desde su empresa valoran “mucho” a la beca porque les brinda a los jóvenes “la posibilidad de conocer empresas de software desde el comienzo de su carrera, saber cómo se trabaja, poder contar con apoyo en otros planos, más allá de lo económico, como ser apoyo académico o capacitaciones en tecnología”.

En la misma línea se expresó Alejandra Duarte de Tryolabs, quien sostuvo que a través de la iniciativa buscaron “promover el estudio de la ingeniería, colaborando con el desarrollo de los estudiantes, no sólo a través del apoyo económico sino también a través del acompañamiento en su proceso de formación, brindando una estructura de soporte y figuras referentes de consulta continua que contribuyan con su crecimiento”.

Por su parte, Valentina Mengui, de CódigoDelSur, también valoró la “oportunidad” que tuvieron los jóvenes de conocer cómo se trabaja en el sector porque “en los primeros años no sabés muy bien cómo va a ser tu trabajo a futuro”. Sostuvo que en una de las visitas a CódigoDelSur, los chicos pudieron ver que el rubro es “muy amplio” y que “no tiene que ver solo con desarrollo”.

Impulso inicial

Gracias a la beca, Noelia pudo bajar la carga horaria docente y Ramiro se dedicó de lleno a estudiar. Pero para cumplir con los créditos académicos requeridos en las bases no pudieron participar de todas las actividades a las que fueron invitados por parte de las empresas donantes. Por este motivo, se mantendrán en contacto con ellas para seguir aprovechando el conocimiento de quienes son parte del mercado laboral.

Gonzalo Oleggini, de Digital Forces, reflexionó sobre la importancia de colaborar económicamente con los estudiantes que cursan la carrera. “La principal motivación de la empresa fue ayudar a quienes tienen menores posibilidades económicas para estudiar (tenemos claro que independientemente de que sea pública se necesita dinero para estudiar y mantenerse). Creemos que ese objetivo se cumplió, ya que los estudiantes siguen su carrera, con buenos niveles de aprobación y esto también era uno de los principales objetivos”, concluyó.

“Para la FJR la beca representó desafíos de implementación y coordinación, y un aprendizaje en la forma de trabajo al haber involucradas varias empresas”, relató Solari. La encargada de Operaciones de la FJR adelantó que las puertas están abiertas para que se acerquen más empresas al programa y generar más becas para estudiantes.

“Pensando a futuro, si bien tenemos la intención de llevar adelante la edición 2021 de la beca, su realización está atada a la coyuntura actual. Desde la FJR invitamos a que más empresas se sumen a esta iniciativa”, concluyó.