La Vicepresidenta de la República, el Ministro de Educación, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias y las máximas autoridades de la educación uruguaya celebraron 35 años de Clubes de Ciencia en Uruguay y lanzaron la 34 edición de la Feria Nacional de Clubes de Ciencia, la que se realizará en formato virtual.
“Cuando era estudiante de Secundaria participé de un Club de ciencia”, relató el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira. “Tengo el recuerdo de haber aprendido y de haberme divertido mucho, de haber pasado muy entretenido. Creo que esa es una de las claves del éxito de este programa: la posibilidad de aprender divirtiéndose, participando de manera activa y teniendo un contacto diferente con los docentes”.
El ministro da Silveira integró uno de los paneles de la celebración, la que se desarrolló en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, junto a la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón; al director nacional de Educación, Gonzalo Baroni; y al presidente del CODICEN, Robert Silva.
El Ministro señaló que los Clubes de ciencia son “un programa esencial que está cumpliendo unos de los desafíos más difíciles que es resistir al paso del tiempo”.
Por su parte, el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni, valoró a los Clubes de ciencia como “una de las políticas educativas más descentralizadas del país” y agregó que sus 35 años de vida indican que constituyen "una política de Estado porque desde que volvió la democracia, todos los partidos los han mantenido".
"Los Clubes de ciencia son una semilla que luego van germinando aunque no todos lleguen a ser científicos", señaló el presidente de la Academia Nacional de Ciencias, Rafael Radi. El investigador participó del panel inaugural del lanzamiento junto a la directora de la Unesco en Montevideo, Lidia Britos; y al Gobernador del Rotary Club Uruguay, Morgan Mariño.
Britos sostuvo que los Clubes de ciencia constituyen "espacios de inspiración y de aprendizaje que pueden despertar la vocación por aprender e investigar".
Investigaciones de todo el país
“Falta el bullicio de los niños”, comentó el director de Cultura Científica del MEC y uno de los pilares de la iniciativa, Gustavo Riestra. Es que la denominada nueva normalidad imposibilitó que los niños pudieran participar presencialmente en el lanzamiento de la 34 Feria Nacional.
Sí pudieron hacerlo a través de un video donde algunos participantes de clubes relataron lo que significó haber formado parte de este proceso de aprendizaje.
La 34 Feria Nacional se desarrollará hasta el 15 de noviembre de 2020 en formato virtual a través de la Plataforma AVE del MEC. Reunirá a más de 400 Clubes de ciencia, los que realizarán sus investigaciones en más de un centenar de localidades de todo el país, reuniendo a miles de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
La iniciativa es organizada por el Ministerio de Educación y Cultura y cuenta con el auspicio de UNESCO y del Rotary Club. Desde 2014, la Fundación Ricaldoni ha otorgado un premio para las categorías Chajá Científica y Chajá Tecnológica, el que consiste en participar de Ingeniería deMuestra más dinero en efectivo para solventar los costos de dicha participación.
Conocé a los Clubes de Ciencia que ganaron las ediciones anteriores del premio Fundación Ricaldoni y participaron de Ingeniería deMuestra:
Premio Fundación Ricaldoni 2019: máquina procesadora de maní con cáscara (Laboratorio de Electromecánica de la Escuela Técnica Superior de Paysandú - UTU)
Premio Fundación Ricaldoni 2018: adhesivo, protector e impermeabilizante a base de espuma plast reciclada y combustible (Centro Juvenil Encarando Che de Minas).
Premio Fundación Ricaldoni 2017: ladrillos ecológicos (UTU de Construcción ETS de Tacuarembó)
Premio Fundación Ricaldoni 2016: Los Caza Mosquitos (Instituto Tecnológico Superior de Paysandú)
Premio Fundación Ricaldoni 2014: Sonda exploradora Alfa (Escuela Técnica de Minas)
Los Clubes de ciencia
El principal objetivo de los Clubes de ciencia es promover y fortalecer la educación en ciencia, tecnología e innovación en niños, adolescentes y jóvenes. Para eso plantean acercar el discurso académico al lenguaje cotidiano y a los temas de conversación de todos los días, así como promover la participación de las personas en temas de opinión ciudadana sobre ciencia y tecnología.
Según este punto de vista, una educación científica permite aprender a trabajar en equipo y potenciar la solidaridad, a fomentar la creatividad de los participantes y a estimular un pensamiento crítico y reflexivo. Asimismo, favorece la comunicación y la argumentación de las opiniones, la apropiación de la formación metodológica que les permitirá enfrentar otros problemas en la vida.