La promoción de iniciativas científico-tecnológicas forma parte de las líneas estratégicas de la Fundación Julio Ricaldoni (FJR). A través del Programa de Apoyo a Emprendedores (actual Programa Dieste) más de 1000 emprendedores han sido sensibilizados en el proceso emprendedor y más de un centenar fueron apoyados.
Conversamos con cuatro responsables de empresas que recibieron apoyo de la FJR y hoy apuntan a la internacionalización de sus productos.
Pablo Brera, es cofundador de Parconier, una iniciativa que ayuda a niños y niñas a emprender en robótica y programación. Para ello cuentan con dos productos: un kit de robótica y un curso donde enseñan conceptos de robótica y de programación. El emprendimiento arrancó llamándose Mark Robots y recibieron ayuda de la Fundación en 2016: “La FJR nos apoyó desde el principio porque el proyecto se inició con hardware, con la construcción del kit de robótica, y en ese momento crear el prototipo llevaba muchísimo dinero -con el que no contábamos- entonces la Fundación, a través del Programa de Desarrollo de Prototipos, nos financió”. Además, recibieron apoyo de la FJR para postular a los instrumentos VIN de ANII, asesoramiento durante todo el proceso en temas relacionados con el emprendedurismo, en modelo de negocios y en presentaciones efectivas, entre otros. “Veníamos de la pata técnica y toda la parte de gestión de empresas era un mundo que desconocíamos”, contó Brera.
Fernando Machín también fue asesorado por la FJR. Es el fundador de Boxes, responsable de desarrollar dispensadores que venden y promocionan diferentes productos de consumo masivo.
La empresa fue creada en 2008 y al año siguiente recibió ayuda de la Fundación. Detalló que llegaron “con muchas ideas pero con muchas preguntas”. El asesoramiento les permitió “bajar ideas a tierra” y acceder a herramientas de financiamiento. Recibieron “asesoramiento técnico especializado y liquidez para poder desarrollar el primer producto”, explicó Machín.
“Tal vez si no fuera por el apoyo de la Fundación nuestra empresa no estaría en el mercado y creciendo”, concluyó.
Dronfies se dedica a desarrollar tecnología para la industria de drones y de aviación, tanto de software como hardware, y recibió ayuda de la FJR en 2016. Sebastián Macías, cofundador de la empresa, detalló que el contacto fue en la “génesis del emprendimiento”, recién salidos de Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. “Fue un apoyo que se sintió muy bien porque cuando uno sale de facultad no sabe mucho de negocios y eso nos permitió tener las primeras vinculaciones y arrancar nuestro camino emprendedor”, recordó.
Foxsys nació como un proyecto de casas inteligentes. Actualmente la empresa está dedicada al servicio de portería remota para edificios. Su cofundador Juan Martín González explicó que la FJR los ayudó cuando todavía eran Foxys House y les permitió contar con la aplicación Androide de control de casas inteligentes durante los primeros años de su emprendimiento. “Ahora apuntamos a la internacionalización”.