El día del Ingeniero Químico se celebra cada 8 de junio para conmemorar la promulgación de la ley de creación de esta profesión hace 99 años. Para conocer más detalles de esta carrera, entender cuál es su aporte a la sociedad y saber qué los apasiona de su trabajo, consultamos a tres profesionales de diferentes generaciones.
Todos destacan particularmente la gran variedad de escenarios y diversidad de tareas que realizan durante su carrera.
Nilda Medina es la presidenta de la Asociación de Ingenieros Químicos del Uruguay, organización que este mes cumple 84 años. Medina obtuvo el título de grado hace más cuatro décadas, fue docente de la Facultad de Química, integró el cogobierno universitario y ejerció como profesional hasta 2009.
Iván López es docente grado 5 del Instituto de Química de Facultad de Ingeniería (Fing), de su labor destaca “la posibilidad de trabajar con escalas múltiples, desde lo micro a nivel atómico hasta lo macro, incluso puede llegar a escala planetaria, pasando por lo clásico de la producción industrial”. López se acercó a esta carrera debido al interés por los aspectos vinculados a las ciencias físicas. “No tengo antecedentes familiares, pero el interés por las ciencias físicas te va acercando hacia la ingeniería”, expresó.
La carrera de Ingeniería Química tiene cursos en Facultad de Química (FQ) y Fing. Los estudiantes pueden inscribirse indistintamente en uno u otro servicio. Los que ingresan por FQ hacen Matemáticas y Física en esa Facultad, donde todos los estudiantes toman los cursos de Química. A partir del tercer semestre se cursan las asignaturas con un perfil “técnico” en Fing, donde se encuentra ubicado el Instituto de Ingeniería Química.
Los estudiantes reciben formación en matemática, física, química y fisicoquímica así como conocimientos de informática, que le sirve de base para los estudios propios de las ciencias de la ingeniería; esta diversidad deslumbra a Medina: “posiblemente es una de las carreras más versátiles que existen. Se puede encontrar ingenieros químicos en todas las ramas posibles: preparación de productos, medioambiente, estudio de efluentes, procesos, incluso integrar grupos interdisciplinarios”, opinó.
Lucía Perdomo, estudiante de 4to año de la carrera agregó que lo que le atrajo es la posibilidad de “analizar los problemas con las herramientas que te da el estudio analítico y poder trasladarlo a la realidad, así como la posibilidad de hacer algún tipo de aporte social”. Lucía explicó que se sorprendió mientras avanzaba en la carrera porque no conocía todas las áreas que puede implicar.
Desde su perspectiva de docente, López resaltó que la carrera apunta a generar una sólida formación de base en el estudiante, que le aporte herramientas para enfrentarse a situaciones que no están tabuladas. “La variedad de escenarios y trabajos a los que se va a enfrentar puede ser muy amplia y particularmente en países como Uruguay donde es probable que el profesional deba ejercer sin un equipo que lo respalde”, acotó.
En la actualidad el Instituto de ingeniería Química cuenta con 75 docentes, de los cuales 45 tienen alta dedicación. Posee 9 departamentos o grupos de investigación que trabajan en temas de bioingeniería, ingeniería de materiales, biotecnología de procesos para el ambiente, ingeniería de sistemas químicos y de procesos, entre otros. Esta variedad de temas y temas de estudio respalda y explica la cantidad de opciones que tienen los profesionales.