650 niños, jóvenes y docentes participaron en la 30a Feria Nacional de Clubes de Ciencia que culminó el pasado sábado en Piriápolis. La Fundación Ricaldoni otorgó un premio en la categoría Chajá Tecnológica. 

“Para mí esto es estar en Disney”, le dijo un niño de 7 años al Director de Cultura Científica del MEC, Gustavo Riestra, sobre su vivencia en la Feria Nacional que se desarrolló durante tres días en el Argentino Hotel de Piriápolis. En esta ocasión participaron 192 proyectos provenientes de 72 localidades del país, así como también una delegación de Panamá y otra de Paraguay.

Los clubes de ciencia son escenarios de educación no formal, en el que niños, jóvenes y adultos se proponen resolver algún problema que les preocupa a través de una investigación o de la elaboración de un objeto tecnológico. Riestra destaca que se trata de “una instancia muy rica y de aprendizaje en comunidad”.

Los clubes se registran y pasan por diversas instancias a lo largo del año, mostrando su trabajo en Talleres, Congresos Departamentales, Ferias Departamentales y la Feria Nacional.

La Feria Nacional constituye el evento de ciencia y tecnología juvenil más importante del país y es el punto culminante del trabajo de 17.500 investigadores (niños y jóvenes) reunidos en 856 clubes de ciencia de 116 localidades de todo el país. Por eso, el solo hecho de presentar el resultado de sus investigaciones en la Feria Nacional constituye un premio importante al trabajo realizado por los expositores.

Desde el Ministerio de Educación se destaca que la formación a través de una educación en ciencias permite, además de acercarse a los temas desde una mirada científica, aprender a trabajar en equipo, expresar opiniones, potencia la solidaridad, además de adquirir una formación metodológica que permitirá a los participantes afrontar con pensamiento crítico otros problemas de la vida.

En este sentido, Graciela Ferrer y Julio Dranuta, padres de Guillermo, un joven que integró Clubes de Ciencias durante los últimos años, señalaron que estas instancias “incidieron fuertemente” en la autoestima de su hijo y le permitió desarrollar una actitud emprendedora, al tiempo que “fortaleció su capacidad para la toma de decisiones”.

El premio de la Fundación Ricaldoni

Por segundo año, la Fundación Ricaldoni otorgó un premio en la categoría Chajá Tecnológica  de la Feria Nacional. En esta edición participaron 10 clubes conformados por jóvenes de 16 a 18 años de 10 departamentos.

El club que resultó electo fue Los Caza Mosquitos. El grupo está conformado por los estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de Paysandú, Natalia Suárez y Eduardo Bicco, quienes contaron con la orientación de los profesores Bruno Rodríguez y Eduardo Demichelis.

El grupo trabajó en la construcción de trampas inteligentes capaces de atrapar mosquitos Lutzomyia Longipalpis, vectores de la enfermedad leishmaniasis canina, la que se transmite a humanos y puede ser mortal si no se atiende en forma adecuada. Estas trampas, dotadas de GPS y de varios sensores, son capaces de monitorear de manera permanente las condiciones ambientales, almacenarlas, promediarlas durante el tiempo de exposición y enviarlas por medio de una aplicación a un servidor centralizado, lo que permite dejar los datos accesibles para su posterior estudio.

El grupo realizó su trabajo en contacto permanente con técnicos y profesionales de la salud pertenecientes a la Dirección Departamental de Salud de Paysandú.

El premio otorgado permite a Los Caza Mosquitos exponer su desarrollo en Ingeniería deMuestra 2017, y les brinda un apoyo económico de 10.000 pesos para solventar gastos generados por esta participación.