Dos emprendedores uruguayos apoyados por la Fundación Julio Ricaldoni participarán de Startup Chile, un programa de aceleración de seis meses que se realiza en el país andino. Su proyecto fue seleccionado entre más de dos mil emprendimientos de todo el mundo. En esta nota, los jóvenes cuentan el apoyo clave que les ha brindado la FJR.
Emoción, nerviosismo, expectativa. Estas palabras usan Leonardo García y Gabriel Pereira para describir las sensaciones con las que enfrentarán su próximo reto como emprendedores: la participación en Startup Chile. Se trata de un programa de aceleración de seis meses en el país andino, que les aportará US$ 30 mil dólares para hacer crecer su proyecto, además de contacto con emprendedores de todo el mundo, capacitaciones y acceso a inversores y mentores.
Los jóvenes son apoyados por la Fundación Julio Ricaldoni desde 2014, cuando su emprendimiento Sistema de Control de Seguridad en Obras, fue seleccionado en el marco de un llamado a desarrollo de prototipos. “Contar con un prototipo funcionando era un requisito excluyente para postular a Startup Chile y el nuestro lo construimos gracias a la FJR, que nos dio las herramientas y el capital para hacerlo, además de apoyo permanente en todo el proceso”, señaló García.
El origen del “obrero Robocop”
Leonardo y Gabriel son amigos de toda la vida; el primero se está por recibir de médico y el segundo es diseñador industrial. “La idea del emprendimiento surgió porque desde nuestros trabajos ambos veíamos que los accidentes laborales son frecuentes entre los obreros y que muchos de ellos son evitables, porque se originan por no usar los elementos de protección personal correspondientes”, narró García.
Para atacar el problema, los jóvenes idearon un sistema que permite que el encargado de obra sepa en tiempo real si los obreros están usando los equipos de protección. “Ya tenemos el sistema de control desarrollado para cascos, vamos a Chile con la idea de llevar el prototipo a un nivel más acabado y empezar a trabajar en el desarrollo del sistema en arnés”, contó García. Además, piensan comenzar a desarrollar su modelo de negocios.
FJR: un apoyo permanente
“Nuestra experiencia con la FJR ha sido muy buena, nos han apoyado financiera, técnica, administrativa y legalmente”, afirmó con convicción Leonardo. “El apoyo económico que nos brindó nos permitió comprar todos los elementos necesarios para desarrollar el prototipo. Además, recibimos el asesoramiento permanente del tutor técnico Javier Schandy que nos guió en la etapa de desarrollo”, explicó Pereira.
A fines de febrero de 2016, los emprendedores probaron el sistema con una cuadrilla de obreros que trabajan en una empresa constructora, lo que les permitió validar el funcionamiento del prototipo. “Los obreros se mostraron conformes con el sistema porque refuerza su seguridad. En tanto, el encargado de la cuadrilla y el prevencionista manifestaron que les brinda tranquilidad y les permite ahorrar tiempo”, contaron los emprendedores.
“En esta etapa, la FJR nos asesoró y ayudó en la realización de un contrato con la empresa constructora, un aspecto fundamental que nosotros no habíamos considerado”, dijo García.
Emprendedores rumbo a Chile
A través de la FJR, los jóvenes se enteraron de una charla informativa sobre Startup Chile que se realizó en Montevideo. “Fuimos y quedamos entusiasmados, nos postulamos y resultamos seleccionados entre dos mil emprendimientos de todo el mundo. Esto nos llena de orgullo, nos da fuerza para seguir adelante y refuerza el amor por nuestro proyecto”, contó entusiasmado García.
Acorde a las bases del evento, el joven deberá establecerse en Chile durante los seis meses que dura el programa de aceleración. “Una de las cosas más importantes que nos permitirá Startup Chile es que Leonardo esté 100% abocado al desarrollo del proyecto, lo que en Uruguay es casi imposible”, comentó Pereira. Con este impulso, los jóvenes aspiran a volver de los Andes con al menos un cliente o con su producto listo para la venta.