Aylen Paiz se convirtió en la primera Ingeniera Forestal del Uruguay.
La carrera abrió en el Centro Universitario de Tacuarembó (CUT) de la Universidad de la República (Udelar) en 2014 y Aylen se inscribió en 2015. El arranque no fue fácil y los estudiantes tuvieron que impulsar el dictado de algunas unidades curriculares, al tiempo que también se vieron obligados que salir a buscar créditos fuera del Departamento para recibirse. Rivera fue el principal destino. Allí se dicta Tecnólogo en Madera y la Licenciatura en Recursos Naturales por lo que varias de las propuestas servían para complementar su formación.
Aylen, quien nació en Colonia y se mudó a Tacuarembó cuando decidió cursar Ingeniería Forestal, no recuerda como una carga todo lo que tuvieron que hacer para sacar adelante la carrera sino como “un trabajo en equipo desde el principio”. “Al ser una carrera en construcción siempre estuvimos al tanto de temas administrativos”, contó. De alguna manera, los traslados a Rivera a hacer cursos intensivos también fueron instancias de aprendizaje por la intensa convivencia que se generaba.
Tronco adentro
Con 24 años, la ingeniera forestal defendió su tesis a mediados de diciembre de 2020. Tenía previsto presentar el trabajo de grado en 2019 pero no abrieron todos los cursos que precisaba para completar los créditos, por lo que le dedicó más tiempo a la entrega final (ver nota al respecto).
El tema del trabajo fue sobre dendrocronología, es decir la ciencia que estudia los anillos de los árboles. Paiz explicó que “los anillos de crecimiento nos dan mucha información. Por el grosor de los anillos uno puede saber si un año el árbol creció más o menos ”. A su vez relacionó la evolución con aspectos climáticos. “Intenté averiguar cuáles fueron la variables climáticas más influyentes en el crecimiento”, detalló.
Hasta ahora tuvo la posibilidad de compartir de manera virtual su trabajo con un grupo de investigadores mendocinos que se desempeñan en la misma área. A futuro todavía no tiene claro qué línea de estudio seguirá pero seguramente apuntará a la “madera sólida” más vinculada al desarrollo industrial, que en su opinión, en muchos países se ha estudiado mucho pero aún no en Uruguay.
Consultada sobre el hecho de ser la primera egresada de la carrera, contó que mientras estudiaba sabía que estaba la posibilidad de ser la primera persona en obtener el título, pero la meta no era esa. “Uno está enfocado en terminar la carrera”, afirmó.
Hoy reconoce estar “súper contenta” con el logro obtenido y con un grado uno en el CUT, por lo que seguirá viviendo en Tacuarembó. Tras la experiencia de vivir desde 2015 allí, contó que se quiere radicar en el norte. “Me encanta la gente del lugar, muy distinta a la que vive en el sur. He tenido la suerte de conocer gente de distintas partes del país y siempre digo ´como la de Tacuarembó no hay´. Es humilde y sencilla”, señaló. Más allá de lo cómoda que se siente en el norte, no descarta viajar en algún momento al exterior para seguirse formando.
+ Info: Ingeniería Forestal Udelar